Pedro Sánchez es el tótem que siempre resiste. Ya cayeron en la cuenta los oficiales y caballeros de su partido, que perdieron frente a él (21 de mayo de 2017) cuando sólo contaba con la tropa socialista. Ya cayeron también Mariano Rajoy y todo el poderío del Ibex y los grandes medios de comunicación nacionales que le disparaban a cañonazo limpio. Finalmente, Rajoy tuvo que salir por la puerta de atrás del Congreso (1 junio de 2018) acuciado por la corrupción mientras Sánchez entraba por la puerta grande con una agenda social que en seis meses ha devuelto parte del bienestar social a España. Con Presupuestos o sin ellos, Sánchez prefiere no convocar elecciones hasta el 2020.