La crisis política en el seno de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) se ha intensificado este lunes con el anuncio de la ministra de Defensa y presidenta del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer, a ser la próxima candidata como futura jefa del Gobierno en sustitución de la canciller Angela Merkel. Y todo como consecuencia de lo ocurrido en Turingia donde los conservadores han unido sus votos al partido nazi de Alternativa por Alemania (AfD) para hacer presidente de la región al candidato del partido liberal Thomas Kemmerich.
Kramp-Karrenbauer ha comunicado su decisión al comité ejecutivo de la CDU celebrado este lunes. En su discurso, ha asegurado que “hay una relación sin resolver entre algunas partes de la CDU, AfD y Die Linke”. Ahora, tras su renuncia, la política conservadora se ocupará de preparar el proceso de elección para ocupar la cancillería a la par que pone en marcha su propio relevo al frente del partido. Angela Merkel afronta su cuarto y último mandato al frente del Gobierno alemán y ahora se complica sobremanera su sucesión.
Karrembauer ha quedado muy debilitada tras la decisión de sus compañeros de partido en la región de Turingia que, en contra de las directrices del partido, juntaron sus votos con AfD para hacer presidente al liberal Kemmerich.