El Ministro de Argricultura, Alimentación y Pesca, Luis Planas, ha evidenciado la inquietud del gobierno ante las movilizaciones anunciadas por agricultores y ganaderos debido a la precaria situación que atraviesa el sector. Las protestas se deben a los bajos precios de la producciones agrícolas y ganaderas.
Ante la situación, presidentes autonómicos del PSOE alertaron de la revuelta que se está gestando en el campo. Planas transmitió la gravedad de la situación a Pedro Sánchez, quien rápidamente ordenó al Gobierno desplegar una agenda rural para intentar contener la rebelión del campo en los primeros pasos de su nuevo mandato.
En Don Benito (Badajoz), una protesta de agricultores terminó con cargas policiales después de que los manifestantes intentaran sortear el cordón policial que protegía la feria Agroexpo a la que asistían el ministro de Agricultura y el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Estos hechos se corresponden con las decenas de protestas convocadas en toda España.
El Gobierno pretende modificar la Ley de Cadena Alimentaria para paliar los efectos que está sufriendo el agrario. Además, el pasado lunes, Planas reunió a la mesa de diálogo con las organizaciones agrarias y el martes presentó en el Consejo de Ministros un informe de la situación.
La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, aseguró ayer desde la Moncloa que “para este Gobierno, el campo y su gente es una prioridad”. Por su parte, Luis Planas Planas entendió las revueltas protagonizadas por los agricultores, las cuales que consideró “absolutamente legítimas".
Ahora, el Gobierno se propone lanzar una batería de medidas que ayuden a calmar los ánimos de la España rural.