Pedro Sánchez ya ha dejado claro desde el principio su compromiso con la lucha contra la “emergencia climática”, a la que se ha referido como una “gran oportunidad de prosperidad y progreso seguro para el conjunto de la sociedad española".
Ha asegurado que la sociedad, poniendo el foco sobre todo en la gente joven, demanda una actuación inmediata para detener esta “dinámica suicida”. “Frente al cambio climático: transición ecológica”.
A raíz de esto, más tarde, ha sacado a colación el caso paradigmático de este reto durante estas semanas: Madrid Central. Martínez-Almeida llego a la alcaldía de Madrid prometiendo una moratoria de multas en la zona restringida. Y así lo hizo, hasta que varias sentencias judiciales han desacreditado la acción del popular, poniendo por delante la salud de los madrileños.
“Nadie va a parar Madrid Central”, ha sido la proclama del presidente en funciones. Porque no se pueden dar “pasos atrás”, defiende, y sería "una irresponsabilidad absoluta" renunciar "al derecho de los ciudadanos a respirar aire limpio", puesto que la mala calidad del aire "mata y acorta la vida" de muchas personas al año.