En España, hasta el año 2015, lo habitual era que los Gobiernos de turno agotasen su mandato y el llamamiento a las urnas se produjese con una menor periodicidad. La crisis financiera azotó vorazmente a la economía española. Nuevas fuerzas políticas han aparecido a nivel nacional con una amplia representación parlamentaria y con el propósito de regenerar la política española y acabar con la dualidad del bipartidismo entre PP y PSOE. Los casos de corrupción motivaron la moción de censura a Rajoy el 1 junio del 2018 y seguimos con el actual conflicto catalán sin visos de encontrar una solución política ni a corto ni a medio plazo. En este contexto se celebran las elecciones del 28 de abril.
Siempre que se acercan los periodos electorales, se realizan, casi a ritmo diario, encuestas que tratan de pronosticar los resultados electorales, midiendo la intención de voto y la simpatía que despiertan los diferentes partidos políticos y sus líderes. Estas encuestas, en buena medida, son analizadas por los equipos de campaña y condicionan tanto los mensajes, como la agenda mediática hasta el día de reflexión.
Lo que no es tan frecuente es encontrar en los medios análisis que estudien y enfoquen los pronósticos electorales poniendo sobre la mesa más variables que las propias encuestas, como la tendencia histórica, los bloques ideológicos, las características socio-demográficas, particularidades de una u otra región, la participación…
En este estudio realizado para lahoradigital.com, que se desarrollará durante las próximas semanas en varias entregas y se irá actualizando a medida, se presenta un pronóstico detallado por cada una de las 17 comunidades autónomas que considera todos los aspectos indicados. El sistema metodológico seguido para la confección del estudio electoral ponderara esencialmente cuatro criterios en cada circunscripción atribuyendo un porcentaje de voto a cada partido político para posteriormente aplicar el sistema D’Hondt y obtener el número de escaños que le corresponde.
Los criterios que se ponderan son:
Bloques ideológicos: estudio del total de votos y porcentaje de voto, analizando como bloques políticos izquierda y derecha, y regionalista o nacionalista en su caso, con independencia del partido político al que se vote. Su variación a lo largo de la serie histórica permite determinar la propensión al voto a una u otra corriente ideológica, y corregir errores de las encuestas y tendencias más actuales.
Proyección histórica: análisis de la participación y su desviación con respecto a las elecciones generales y autonómicas en su caso y las curvas de tendencia obtenidas por unas y otras fuerzas políticas desde las elecciones de 2004 a 2016.
Estudio socio-demográfico: se recogen las particularidades históricas, culturales, económicas, demográficas, situación de los actuales partidos políticos en la región, líderes de uno y otro…
Encuestas y tendencias: Evolución de la tendencia de encuestas, valoración de líderes políticos.
Las encuestas se utilizan como elemento corrector de los anteriores, no como el elemento sustancial que determina el voto hacia uno u otro partido político.
Con los datos agregados de cada análisis, se proyecta el posible comportamiento del electorado en cada provincia y la asignación de escaños correspondiente.
El resultado final una vez abiertas urnas será el acertado.
Próxima entrega, Comunidades